- Unas 30 mil plantas de mangles se contemplan sembrar este año en la costa pacífica, a través del trabajo interinstitucional del cual forma parte el Comando de Apoyo al Manejo de Ecosistemas y Ambiente (C-9) de las Fuerzas Armadas (FF.AA).
Tegucigalpa, 05 de febrero de 2021. Los habitantes de la Aldea Villanueva, del municipio de Marcovia, Choluteca, nunca imaginaron que una iniciativa de preservación del bosque manglar que nació en la comunidad con el tiempo conquistaría a diversas instituciones.
Y es que las 30 familias que viven en la zona desde hace varios años han trabajado en la producción de plantas para reforestar el bosque costero.
Alba de Jesús Peralta, es una de las habitantes en la aldea Villanueva, quien reveló que han logrado producir unas 3,000 plántulas para reforestar los manglares.
“Vivimos aquí y el producto del mar es nuestra única fuente de ingreso y debemos cuidar todos nuestros ecosistemas, no solo favorecernos”, dijo Peralta.
A esta conciencia ambiental comunitaria en la actualidad se han sumado la Secretaría de Defensa Nacional, a través del Comando de Apoyo al Manejo de Ecosistemas y Ambiente (C-9) de las Fuerzas Armadas (FF.AA), para fortalecer la iniciativa local.
Siembras masivas
Con la reforestación de los humedales del país que cada año realizan equipos militares en coordinación y apoyo a la Secretaría de Energía, Recursos Naturales, Ambiente y Minas, Instituto de Conservación Forestal, Alcaldías y Organizaciones No Gubernamentales, no solo se generan beneficios ambientales.
En las comunidades costeras, el avistamiento de aves llama la atención de los turistas nacionales y extranjeros, ya que en el bosque manglar anidan diversas especies, incluidas las aves migratorias.
“El proceso de siembra de mangle es un poco más complejo porque no se utiliza la misma técnica de las plantas de bosque latifoliado”, dijo Juan Ramón Hernández Campos, director del C-9.
En el bosque costero 10,000 plántulas alcanzan para reforestar espacios pequeños. Este año en este sector sur, la meta es sembrar unas 30,000 plántulas y lo mismo en el sector norte del país”, explicó Campos.
Esfuerzo permanente
En los departamentos de Valle y Choluteca en la labor de protección del bosque manglar también se han integrado Comité para la Defensa y Desarrollo de la Flora y Fauna del Golfo de Fonseca (Coddeffagolf), municipalidades y las comunidades.
Por su parte, en la zona norte se tiene el apoyo del Centro de Estudios Marinos, Cuerpos de Conservación de Omoa, Centro de BIO Turismo, DIGEPESCA y Unidades Ambientales de las municipalidades, especificó Hernández.
Nelson Rodríguez, técnico de Coddeffagolf, explicó que el bosque de mangle crea una barrera de protección de las costas y genera un atractivo turístico visual, ya que es muy fácil observar una variedad de aves.
Honduras cuenta con recursos naturales de gran valor, biodiversidad, paisajes verdes con limitada intervención humana que pueden propiciar actividades al aire libre como el aviturismo, favorable en la actualidad para propiciar el turismo en tiempos de pandemia.
Cambio climático
Los ecosistemas tropicales son únicos y están conformados en el país en su mayoría por manglares, árboles muy tolerantes a la sal con características acuáticas y terrestres.
Esta especie arbórea no solo ayuda a prevenir el cambio climático con su captura de carbono, sino que se convierten además en fuentes de subsistencia para las comunidades que dependen de los recursos proporcionados por los manglares.
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